Semana organizada y pulpitos solidarios

Y bien. Mi marido se llevó de paseo al niño de los pantalones divertidos así que aprovecho el silencio y la tranquilidad reinante en la casa para escribir este post.

¡Que semana Dios! Es que hace meses noto que lo que para un observador objetivo que mira desde fuera parecería un ama de casa haciendo cosas rutinarias, desde mi óptica, ocurren muchas cosas atípicas, fascinantes, extrañas...

Es la virtualidad de la vida moderna actual que nos conecta con gente de todas partes del mundo sin movernos de la silla; y que hace que ocurran cosas aunque no las veamos de forma física.

Empecé esta semana con el firme objetivo de organizarme. Aunque adoro improvisar y fluir con lo que va sucediendo, me di cuenta que necesitaba delinear ciertas actividades con día y hora, especialmente ahora, que comenzaron las clases y mi marido volvió a su rutina de profesor de música. Lo cual me deja en la desventajosa situación de tener que cocinar determinados días de la semana.

No odio cocinar. De hecho cocino muy bien, modestia aparte. Sin embargo no lo prefiero a tejer o a escribir. Incluso elijo de buen grado lavar la ropa y limpiar la casa entera mientras mi marido cocina.

No es algo que me encante hacer. Me sucede lo mismo que con los patrones de amigurumis: solo me pongo a crear alguno cuando me veo obligada.

Con respecto a la organización de la que venía hablando, nada más terminar el post anterior me puse a cortar cartón para hacer un tablero semanal en el cual pinchar notas en los días correspondientes de la semana. Algo así como un Pinterest analógico, bien a la antigua. Con papelitos en vez de pines.

Y en lo que va de la semana me ha resultado muy bien. En la fan page publico todos los días aunque determiné con más precisión que contenido publicar cual día. También aprendí a progamar ese contenido para que se publique en automático cuando todavia duermo y la gran mayoria de la gente ya empezó su día.

La frase esa que dice: "No soy adicta al tejido, voy a parar después de una vuelta más." es perfectamente aplicable a mi caso que me quedo en vela todas las noches hasta las cuatro o cinco de la madrugada.

Si por mi fuera, dormiría hasta las dos de la tarde, pero el reloj biológico del niño de los pantalones divertidos no sincroniza con ese deseo. A las once de la mañana ya estoy arriba otra vez.

Otra cosa que organicé fue determinar los dias de publicación en los blogs. Un día antes de la tarea, es como que mi mente ya se va anticipando a lo que viene a continuación y completar esa actividad se torna mas fácil.

Hoy es día de Diario de una Artesana, asi que desde ayer vengo rumiando que diablos escribir.

Y tengo bastante. Primero porque he notado que con esto de la organización pareciera como que tengo más tiempo para trabajar. En realidad no se trata de más tiempo, sino que lo estoy administrando mejor, lo cual deriva en más producción. Parece como que ahora tejo más rápido, sin embargo no es eso: paso más tiempo de calidad tejiendo.

He avanzado en el porta equipo de mate que le prometí a mi suegra, y prácticamente terminado el top de crochet para la ganadora del concurso de Aramela Artesanías. Descajoneé a Henry monstruito, suspirando hondo y rogando a la Providencia que me insufle la motivación y voluntad suficientes para acabarlo de una vez.

Y en esos momentos en que todo parece ir tranquilo, en cámara lenta... Esos momento en que "no pasa nada" porque la vida está muy quieta. Que yo venía de entregar unos pedidos y comprar media casa de las lanas. Ovillando y ovillando, milagrosamente sin enredar la madeja. Es que todo iba tan suave que hasta puse cuidado de no hacer un lío con los hilos. Entusiasmada por los nuevos proyectos que quiero comenzar... Realmente todo estaba demasiado sereno.

Y me entero que la iniciativa de los pulpitos para bebés prematuros llegó a mi ciudad natal, Corrientes. Yo ya no vivo allí, pero tampoco me mudé muy lejos: estoy en Chaco, a sólo veinte kilómetros de Corrientes.

Cómo dije en el post anterior cuando hablé de la Ley de Atracción, y como coincido profundamente con Paulo Coelho de que "El Universo conspira a nuestro favor" cuando queremos algo, el corazón se me agitó de emoción al conocer la noticia. Yo ya venía pensando en qué hacer o con quién podía contactarme para organizar algo similar aquí en Resistencia.

De repente eso se volvió posible ¡me puse tan feliz! ¡Voy a tejer pulpitos para los bebecitos!

La semana que viene es la convocatoria masiva que lanzaron las organizadoras.

Y como aunque todo esté quieto, yo tengo hormigas en el trasero y no me quedo en mi lugar jamás, empecé a tratar de recabar más información al respecto. Fue así que me enteré que para esta movida solidaria las tejedoras iban a usar hilo de algodón peruano. Algo que me llamó poderosamente la atención. ¿Qué pasa con el hilo de algodón hipoalergénico? ¿Que es eso de hilo peruano? ¿Cuál es la diferencia con el algodón común?

Aunque tejo hace veinte años, no me la doy de que me las sé todas. Me enorgullezco justamente de que en realidad no sé nada, y siempre  hay espacio para aprender algo nuevo más. Navegué por Internet tratando de averiguar las diferencias entre hilo peruano e hilo de algodón. Le escribí a La Casa de las Lanas para que por favor me explicaran en que consistía esa diferencia. Me dijeron que el peruano es algodón que pasa por un proceso de "mercerización".

Busqué también en Internet que era exactamente la mercerización. Y cuando leí la palabra "ácido" en la explicación de Wikipedia me sobresalté. El hilo de algodón rústico se sumerge en una solución de hidróxido de sodio, y luego se neutraliza con un baño ácido para que logre su acabado brillante final.

Mi sobresalto luego se volvió alarma al hacerme la pregunta: ¿puede acaso eso perjudicar a los bebés?

Como, repito, no sé nada y quiero saber, me dirigí a las organizadoras preguntándoles acerca de esto y tuve la desgracia de vivir una situación que me hizo hervir la sangre y que casi echa por tierra mi emoción de asistir al evento.

Alguien, desconozco su nombre, ya que el grupo de Wathsapp que se creó para brindar información sobre el evento está constituido por un montón de números de teléfono que obviamente no tengo agendados, me respondíó: "Nosotras las que sabemos y tejemos hace mucho tiempo..."

Y me detengo ahí, porque esa afirmación no respondió mi pregunta ni despejó mis dudas. Sólo consiguió que me saliera humo de las orejas como tetera hirviendo agua.

Lo que realmente me reveló el porqué se usaba hilo de algodón peruano para el tejido de los pulpos fue mi lectura del patrón oficial del Danish Octo Project en su versión al español donde explicaba que el hilo de algodón rústico, incluso el hipoalergénico, no resisten el lavado de sesenta grados centígrados al que someten a los pulpos antes de dárselos a los bebecitos, con el fin de eliminar gérmenes y bacterias con las altas temperaturas del agua.

El hilo de algodón común si resiste el lavado en agua fría, lo cual lo hace inocuo para los bebés en general. Cualquier bebé puede jugar con un amigurumi tejido en  hilo 100% algodón sin temer ninguna consecuencia, sin desteñir, incluso sin que se descosan sus partes, como me explicó Micaela Lanzinetti, la diseñadora de los pulpos para prematuros de Camelia Crochet.

Me tuve que morder la lengua, bueno, más bien el dedo para no responder lo que se me venía a la cabeza en ese momento: ¿Cómo respuesta a la pregunta que hice solo me va a contestar que el algodón no está bueno para los bebés? ¿Le parece esa una respuesta con argumentos sólidos?

En vez de eso sólo escribí: "Si entendí perfecto, muchas gracias."

No reniego de la sabiduría y experiencia de otras tejedoras, pero me sentí contrariada al no obtener una respuesta con argumentos.

Gracias a Dios tengo un gran compañero de vida y unas amigas incondicionales que me ayudaron a hacer catarsis de este episodio y no dejarme abatir.

Así que me sacudí la sangre hervida y me puse a buscar entre mis hilos algunos lindos colores de macramé para ovillarlos doble, ya que el macramé es mercerizado al igual que el peruano, sólo que más fino en grosor. Sirve perfectamente para tejer pulpitos para bebés de Neonatología, si se tejen en doble hilo.

Es eso estaba cuando me escribió mi amiga brasilera Stefania para comentarme que mis patrones de Frida Kahlo y pulpito marinero estaban haciendo furor en una aplicación muy similar a Pinterest que se llama VK.

La verdad nunca pude entrar, ni me hice tiempo de chusmear en VK, sólo sé que es una aplicación que como dirían los españoles mola mucho (en criollo: está re buena), y que especialmente la usan las tejedoras rusas que publican amigurumis que son un sueño.

Alguien en VK me hizo el enorme favor de pasar a formato pdf los patrones de Frida y pulpito, y se estaban compartiendo en forma masiva, con el link de mi página, las fotos originales, mis explicaciones, mi dirección de correo, etcétera.

Yo estaba tan sorprendida, emocionada y feliz por lo que me contaba Ste que rápidamente me recuperé del penoso episodio anterior. ¡Y que no! ¡Mis trabajos haciendo furor entre las rusas! ¡Las rusas que son unas grosas!

Mi marido me preguntó si ahora que soy famosa le voy a seguir queriendo. Y le respondí que sí. Que si mi trabajo se hace conocido va a ser justamente al apoyo incondicional que él me brinda en todo lo que emprendo.

Y mientras escribo estas líneas, una amiga que vive en el sur, y otra chica que me contactó a través de la fan page de Facebook, que también es del sur, de la provincia de Santa Cruz, están pidiéndome información de cuenta para donar dinero para comprar el hilo peruano para el evento de los pulpitos.

Estoy que no entro en mi cuerpo de la emoción por los gestos solidarios de las personas que se ofrecen a donar, y también de todas aquellas que comparten la iniciativa. Es un sumuum de emociones geniales, una tras otra... y yo sigo sin salir de mi casa.

Porque aunque hoy aparte de ser domingo también es el día Internacional del Artesano, y yo me considere una, para el observador objetivo, soy una simple ama de casa con una computadora enfrente de la cara, aprovechando la ausencia de los chillidos del niño de los pantalones divertidos para poder dar rienda suelta a su vicio de la escritura.

Pero desde mi óptica, no sólo soy una ama de casa, que teje y despunta el vicio de escribir un domingo por la tarde. 

Desde mi perspectiva, soy una persona que tiene un sueño de vida, metas concretas que alcanzar, la fe y la perseverancia necesarias para lograr todas esas cosas. Soy alguien que tiene causas nobles que llevar adelante -o que se unirá de buen grado a las ya existentes- para hacer de este mundo un lugar mejor para todos.

Y amor. Tengo tanto amor por mi sueño, mis metas y las causas que persigo, que puedo sentir con mucha claridad como la Divinidad va guíando mi pasos y diciéndome exactamente que hacer para conseguirlo.

Me he emocionado mucho con este post. ¡Qué semana, Dios!

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