domingo, 28 de mayo de 2017

Dos descubrimientos y una recomendación



Cuando me levanto y me pregunto: ¿que día es hoy? Si respondo: domingo; sé que hoy le toca al Diario.

Entonces pueden sucederme dos cosas. O digo: "Yupiii, ¡yeah! ¡A escribir se ha dicho!" O en cambio me encojo de hombros y pienso: ¿Sobre que diablos voy a escribir hoy? ¡qué no se me cae una idea, Dios!

El problema no se trata de escribir. Siempre tengo algo que escribir. Siempre hay algo que noto en mi entorno cotidiano o en mis vivencias personales que puede ser descrito. Con suma frecuencia me vienen esas reflexiones filosóficas en las cuestiono el mundo a mi alrededor.

También se me da muy bien describir en palabras las emoción que me genera notar ese huequito en el mosaico del piso de la terraza. Lo noto y me emociono cuando salgo a fumar y mojarme las pantuflas.

Escribir no es un problema. Nunca lo ha sido... empecé mi primer diario a los ocho años contando sobre "Marimar", la novela que tenía a Thalía de protagonista, la cual miraba todas las tardes despues de hacer mis tareas escolares.

La cuestión aquí se trata de sobre qué escribir que sea de utilidad o entretenimiento para el lector. Y tambien, claro,  que se ajuste a la temática de este blog. No me voy a poner a disertar sobre esos libros locos que leo o sobre la teoría de la relatividad para neófitos. No, claro que no. Este es el Diario de una Artesana, ¡por favor!

Asi que aunque hoy estoy un poco dispersa mentalmente, con pedidos hasta el cuello y encima siguen entrando más -¡cómo me encantaría tener la máquina fabrica muñecos ultra super mega pro!- y me encuentro en constante crecimiento -siempre quiero aprender algo más- voy a compartir dos descubrimientos que hice estos días y una recomendación de una película muy inspiradora que hasta la fecha me deja reflexionando mucho.

El primer descubrimiento les será de utilidad a aquellas personas que hacen trabajos manuales y lo postean en las redes sociales o en un blog porque quieren difundir su trabajo.

Ya sea que lo hagan con el fin de vender sus productos o por simple diversión y hobby, hay una aplicación muy muy muy buena que encontré curioseando, y que sirve para diseñar banners, logotipos, flayers y cosas así. Se llama Desygner. La encontré hermosa y super útil para embellecer toda la parte gráfica de los blogs.

Es muy parecida a Canva. El tema con Canva -en mi caso- es que todo el trabajo lo hago desde el teléfono, porque mi acceso a la computadora está limitado por los horarios en que mi hijo mira videos de Topa y Little Baby Bum. Y Canva sólo está disponible en la versión de ordenador. Desygner tiene una versión para móvil. Después de toquetear el menú un buen rato le fui agarrando la mano.

Hace tiempo ya que quería que los links de las entradas relacionadas del blog tuvieran una apariencia más bella, y menos monótona que el simple título del post, y esta aplicación me está resolviendo el problema.

Portada del blog aramela artesanias

También me resulta muy práctica y mucho más estética para los cartelitos con frases que posteo en la fan page. A futuro,  la tendré en cuenta el día que me ponga las pilas en serio con el marketing digital y el mail marketing, para lanzar promociones de productos o cosas así.

Si es la primer vez que entrás a este blog, que se llama "Diario de una Artesana", no leíste los post anteriores, o no estás muy sintonizad@ con el ritmo y el tono de mis post, en otras palabras, no captas mi onda aún; te debes esár preguntando que cuernos tiene que ver la artesana con una aplicación para móvil o el marketing así que pasó a aclarar este punto antes de seguir adelante.

Tiene que ver y mucho. En primer lugar porque la gran mayoria de las artesanas que están vendiendo sus trabajos al público, ya sea en ferias o a las amigas, están empezando a advertir que Internet fue cambiando en mucho las reglas del juego en lo que a vender artesanías se refiere.

Muchas de nosotras somos amas de casa que no podemos o no queremos salir a trabajar para no dejar a nuestros hijos. Algunas trabajan fuera de casa pero no descartan la posibilidad de vender uno que otro trabajito confeccionado en su tiempo libre.

Y en eso, Internet nos ofrece una gran oportunidad de mostrar nuestras artesanías. Pero no basta sólo mostrarlo, hay que hacerlo de manera que luzca profesional, aunque técnicamente no lo sea.

Uno de los primeros mandamientos de Internet reza: "Venderás a través de la imagen" (bueno, no se si es un mandamiento en realidad, acabo de inventar la frase, aunque el significado es certero).

Lo que ven los potenciales clientes a través de sus ojos es uno de los factores que los impulsa a comprarnos. Y de eso da fe mi enorme lista de encargos pendientes. Una foto desenfocada, con mala iluminación o estéticamente pobre, no vende. 

No digo que mis fotos son profesionales ni por lejos. Pero en lo que va del año he mejorado su calidad, su estética, me tomo el trabajo de editarlas antes de subirlas y si además embellezco el contexto en el que las muestro (como por ejemplo, el blog) ¡mucho mejor aún! No sólo los muñequitos que tejo se venden sólos por ejemplo, desde Instagram. También aumentó la comunidad de gente interesada por mi trabajo, y de artesanas que utilizan los tutoriales que posteo.

Todos ganan aquí, especialmente porque mirar una foto linda nos despierta emociones placenteras al verlas. Así que hagánse un favor y ¡publiquen fotos un poquito más esmeradas si quieren darse a conocer y vender!.

A mi todavia me andaría faltando nacer de nuevo para llegar al target de esos blogs bonitos que visito, con una estética increíble y exquisita. Admito que no se nada de diseño, pero con este descubrimiento de la aplicación Desygner, sé que estoy un paso más cerca a parecer profesional.


Justine Standaert virtualarte
Mi segundo descubrimiento fue una mujer extraordinaria: Justine Standaert. Llevo un par de días devorándome sus videos y muriéndome de ganas de inscribirme en alguno de sus cursos. Me encanta ella y su academia Virtualarte. Lo que más me sedujo fue la orientación de sus temáticas: cómo emprender siendo artesana. Y todo lo que ellos conlleva: tips, estrategias, consejos, herramientas digitales, y por sobretodo un inmenso amor que transluce a través de su persona de manera nítida y potente.

La amé desde el primer día. Me apunté en su grupo de Facebook donde miles de personas cuentan sus experiencias, aventuras o piden ayuda para resolver tal o cual cuestión acerca de su emprendimiento.

Es asombrosa la vibra del grupo, cuanta energía, cuanta pasión. Adoro todo ese contexto hiper positivo. Y me motiva muchísimo. Así que sin agregar nada más, comprueben por sí mism@s a que me refiero visitando alguno de los enlaces anteriores.

Y como este post se está viniendo medio largo, medio chorizo -me apasioné escribiendo sobre dos cosas que me fascinaron- voy a tratar de resumir la tercera. Que no por tener que hacerla breve, me fascina menos.

Por favor, y se los pido encarecidamente, por favor vean la película "La Terminal", protagonizada por Tom Hanks. Y no la recomiendo sólo porque amo a Tom Hanks y es, creo, uno de mis actores favoritos. Si no porque el mensaje principal de la película es una caricia para el corazón.

Al menos a mí me dejo esa sensación de apertura en el centro del pecho. Esa nota de esperanza. Esa emoción y certeza de qué no importa cuán grandes sean las dificultades, uno siempre tiene la capacidad de convertir lo adverso y trágico en una oportunidad para crecer.

También me sentí muy identificada con el personaje principal, porque no demoró mucho en ponerse "manos a la obra" pese a que estaba pasando por una circunstancia desafortunada.

Esa visión de "hacer algo al respecto" independientemente del mal rato que estaba pasando.

Y ¿cómo no sentirme identificada? En los momentos más negros de mi vida, escribir, cantar, o ponerme a hacer una pulsera en macramé me salvaron de la oscuridad, me rescataron de ese abismo negro donde no se puede pensar, sentir ni sentirse vivo. Esa caja negra donde no se ve, no se escucha, y lo único que parece existir es el dolor.

No hay que ser superhéroe ni Pulparaña Superpoderosa para para convertirse en un héroe o heroína cotidiano/a. Y en La Terminal, esa condición está muy bien expresada. ¡Por favor, mírenla!

Y bien. Digamos que Desygner y la nueva apariciencia del blog de Aramela Artesanías me están esperando. Junto con los tres Minions y los dos dinosaurios que están arriba de mi mesa de trabajo esperando que los termine. Me fui de mambo escribiendo un montón. ¡Es que las cosas que me inspiran me vuelven literariamente verborrágica!

Sé que me he ido por las ramas en varias ocasiones, pero ya no me da el tiempo para revisar y editar este texto. Y aunque no sabía sobre qué demonios escribir hoy, una vez más el ángel de la inspiración me cubrió con sus luminosas alas y me susurró: "dos descubrimientos y una recomendación".

Ojala les sirva tanto como a mí.







Entradas anteriores:

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